Poner en marcha un proyecto o desarrollar una idea de negocio implica hacer una inversión, la mayor parte de las veces los emprendedores que quieren adentrarse en el mundo empresarial, se inician en esta aventura con unos recursos financieros limitados e intentan evitar el mayor número de costes posibles. Ésto significa que ellos mismos hacen prácticamente todo el trabajo y que contratar un abogado se ve como un gasto innecesario. Pero hay muchas razones para desde el inicio de un negocio estar respaldado por un asesor legal, entre otras: